Según los investigadores, la idea va acompañada de promover un tráfico inteligente y reducir la congestión del tráfico cuando haya mucha circulación de los autos autónomos.
"Este concepto que estamos proponiendo para las
intersecciones de tráfico, que llamamos una 'fase blanca', aprovecha el poder
de cómputo de los vehículos autónomos", aseguran los ideólogos.
En ese marco, el sistema inalámbrico conectaría semáforos y vehículos autónomos en las intersecciones dentro de un cierto rango para lograr coordinar más eficientemente qué calles tienen más vehículos y, por tanto, darles prioridad a esas y asesorando sobre las velocidades más óptimas para la vía en cuestión.
"Otorgar parte del control del flujo de tráfico a los AV es una idea relativamente nueva, llamada paradigma de control móvil. Se puede usar para coordinar el tráfico en cualquier escenario que involucre vehículos autónomos", agregan.
"Pero creemos que es importante incorporar el concepto de luz blanca en las intersecciones porque les dice a los conductores humanos lo que está pasando, para que sepan lo que se supone que deben hacer cuando se acercan a la intersección."
Claro está que implementar la idea llevará tiempo, pero
según remarcan los especialistas la misma no sería dificultosa.