07-10-2021 09:39 hs.

La despedida de Hurling Club a Lucas Pierazzoli

En el primer entrenamiento sin Lucas, los hombres de Hurling no estuvieron solos.

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El domingo 3 de octubre se confirmaba el fallecimiento de Lucas Pierazzoli, jugador de Hurling, equipo de la Primera B (tercera categoría de la URBA). El forward de 28 años había chocado cabeza con cabeza con un rival en el duelo frente a SITAS y estaba internado en el hospital Posadas, con muerte cerebral.

No era un entrenamiento más, la oscuridad de la noche del martes era mas oscura atravesada por el dolor que, desde el sábado, invadió a Hurling y a todo el rugby argentino.

Pero de pronto en el club del trébol aparecieron las pequeñas luces del afecto solidario para iluminar la noche . Poco a poco empezaron a llegar hermanos de todas partes.

Los vecinos, rivales y, hoy más que nunca amigos, de Curupaytí y Matreros decidieron suspender sus entrenamientos para darles un abrazo del alma.

También se acercaron los amigos de Regatas, SITAS, Mariano Moreno y los que vinieron de mas lejos: Newman, Banco Nación, Champagnat, el SIC, la gente de Virreyes, que llegó en un micro. 

Hombres de todos los clubes, pumas de todos los tiempos, se sumaron: Diego Cash, Aguja Gómez, Diego Albanese, Rolando Martin, el entrenador de Los Pumas, Mario Ledesma

Marcos Julianes, el presidente de Virreyes, contó que le dijeron a los chicos: "la verdad es que somos hermanos y cuando pasa una cosa así los hermanos tienen que estar juntos y nos subimos a un bondi, nos fuimos para allá y nos encontramos con esa cosa increíble de tanta gente, no se si había 800 o mil personas, y creo que dentro de algo tan devastador, fue una demostración de amor de todo el rugby".

Los cientos de hermanos armaron una ronda que abarcó toda la cancha, abrazando a la ronda del plantel del Hurling que formó su círculo en el medio. El capitán Andrés Wade y el presidente Andrés Quinn hablaron y pusieron en palabras lo que significa Lucas Pierazzoli para el club. Luego llegaron los abrazos y el acompañamiento afectuoso.

Joaquín Tomé, capitán de Curupaytí, el clásico de Hurling, se emociona: "Fue conmovedor, te das cuenta que Lucas dejó un legado impresionante. Todos hablaban no solamente de lo bueno que era adentro de la cancha, de lo cual doy fe, si no también de lo buen tipo, lo divertido, lo amable, lo todo que era afuera de la cancha. Hablé varias veces con él y era súper apasionado de Hurling. Todo el plantel de Curupa se pudo hacer presente y acompañarlos en un momento tan nefasto como este. Uno ante esta situación no tiene respuesta, más que tratar de convivir con el dolor. Ojalá puedan salir adelante a su manera, con sus tiempos y con Lucas desde arriba mirándolos y cuidándolos".

El dolor es inevitable y hay que atravesarlo. Hacerlo con la compañía de cientos de corazones que laten como uno solo, ayuda.

Daniel Dionisi