En 2022, los incendios arrasaron más del 12% de la
superficie de la provincia de Corrientes. Ahora, una vez más, el fuego no cesa
en el estero del Iberá y las llamas ya arrasaron más de 4000 hectáreas. Este
martes, el gobierno reportó focos en 12 localidades y varios municipios se
declararon en emergencia hídrica por falta de agua.
Especialistas consultados por TN advirtieron que la zona más
afectada es la del Portal Carambola: "Estamos en una sequía extrema, el fuego
no se puede contener y avanza cada vez más con el paso de los días. La demanda
de agua es enorme, el viento hace que las llamas se expandan y las altas
temperaturas -que continuarán en los próximos días-", explicó Luis Martínez
activista ambiental en Corrientes.
"En algunas localidades hay problemas hídricos para extraer
agua de las napas. Gran parte de los municipios se declararon en estado de
emergencia hídrica y les están exigiendo a los ciudadanos que hagan un uso
racional del agua. Las lagunas también están secas", agregó.
En rigor, únicamente en la zona de Carambola trabajan unos
30 brigadistas y guardaparques nacionales y provinciales, pero solo una intensa
lluvia podría sofocar las llamas y llevar tranquilidad a los animales, que ya
escapan en busca de agua y vegetación.
Con todo, "la dimensión de los incendios no es la misma que
la del año pasado. La sequía y las condiciones climáticas sí son las mismas, y
eso impacta negativamente en la estrategia para combatir los incendios. Es muy
complejo lograr que se apague un estero que no tiene agua y escasea el
combustible", aseguró la bióloga de Administración de Parques Nacionales,
Mariana Raño
"Respecto a mejores equipos, sí los hay. El Parque Nacional
cuenta con drones para detectar focos a tiempo y prevenir incendios más
grandes, también se están llevando a cabo en este momento capacitaciones a
brigadistas", señaló la especialista.