Si bien el Día Mundial del Agua se celebra cada 22 de marzo
para recordar la relevancia de este líquido esencial, hoy comienza la Semana
Mundial del Agua (del 23 de agosto al 1 de septiembre) también con el objetivo
de destacar su importancia y alentar a su consumo responsable.
Este año, las Naciones Unidas (ONU, por sus siglas en
inglés) ponen el foco de atención en las aguas subterráneas, unas aguas
invisibles cuyos efectos se aprecian en todas partes. Se trata de aguas que se
encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas
que contienen cantidades importantes de agua).
Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las
aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de
recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse
a la superficie por medio de bombas y pozos.
a mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por
completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que
utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y
procesos industriales. Asimismo, las aguas subterráneas son decisivas para el
buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales y los ríos.
"Es por ello que debemos protegerla de la sobreexplotación
-extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve- y la
contaminación que actualmente las acechan, ya que puede desembocar en el
agotamiento de este recurso, en el encarecimiento de su tratamiento y
regeneración y hasta la paralización de su uso. Este año, reivindiquemos el
estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma
sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de
una población en constante crecimiento", sostiene un comunicado de la ONU.
De acuerdo a los resultados obtenidos en 2021 del Barómetro de Hogares Verdes y Saludables, el estudio realizado por Argentina Green Building Council (AGBC) - ONG líder a nivel regional en el desarrollo y gestión de estrategias que buscan acelerar la sustentabilidad.
La ONG destaca que existen 6 atributos que las viviendas tienen que tener para ser consideradas saludables y sustentables: calidad de aire interior, confort térmico y eficiencia energética, iluminación natural, ruido y acústica confortable, conexión con la naturaleza y precisamente, el tipo de consumo de agua y la posibilidad de ahorrarla.
Además, la cuarta parte de la población no recibe agua
potable, lo que significa que sus capacidades se ven limitadas para mantener su
bienestar físico y la dignidad que conlleva el aseo personal. La filtración de
agua, tanto física como química, ayuda a conservarla y evitar su desperdicio.
Según el estudio de AGBC, el 68% de los 25 mil encuestados, no tiene instalado
filtro ni purificador de agua potable en sus hogares.