06-10-2021 12:22 hs.

Donación de órganos: La familia de Lucas Pierazzoli cumplió la voluntad del rugbier

Ya salvó una vida.

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El domingo 3 de octubre se confirmaba el fallecimiento de Lucas Pierazzoli, jugador de Hurling, equipo de la Primera B (tercera categoría de la URBA). El forward de 28 años había chocado cabeza con cabeza con un rival en el duelo frente a SITAS y estaba internado en el hospital Posadas, con muerte cerebral.

A pesar de la triste noticia, la familia del jugador decidió cumplir con su voluntad, donaron sus órganos y ya salvó una vida, confirmado por uno de sus hermanos a TN.

"Lucas era la mejor persona del mundo y estaría feliz al saber que alguien vive en parte gracias a él. Ahora sabemos que Lucas sigue viviendo en otras personas", expresó Mateo Pierazzoli.


Apenas los médicos del Hospital Posadas le confirmaron que lo de Lucas era irreversible, la familia decidió cumplir con la voluntad del joven de 28 años.

"Lucas ya era donante de órganos. Siempre ayudó a la gente, siempre se preocupaba por quienes lo rodeaban, pero también por muchos a quien no conocía, por eso esto es lo que él hubiese querido y estaría muy feliz al saber que alguien vive en parte gracias a él", indicó.

Consultado sobre cómo era Lucas, Mateo no tuvo dudas: "Era generoso, pensaba más en el prójimo que en sí mismo. Lucas era la mejor persona del mundo".

Su papá, Guillermo Billy Pierazzoli, publicó un emotivo texto junto a una foto en la que Lucas aparece de espaldas, como yéndose:

"En el fondo de un viejo estanque vivía un grupo de larvas que no comprendían por qué cuando alguna de ellas ascendía por los largos tallos de lirio hasta la superficie del agua, nunca más volvía a descender donde ellas estaban. Se prometieron una a otra que la próxima de ellas que subiera hasta la superficie, volvería para decirles a las demás lo que había ocurrido. Poco después, una de dichas larvas sintió un deseo irresistible de ascender hasta la superficie. Comenzó a caminar hacia arriba por uno de los finos tallos verticales y cuando finalmente estuvo fuera se puso a descansar sobre una hoja de lirio. Entonces experimentó una trasformación magnífica que la convirtió en una hermosa libélula con unas alas bellísimas. Trató de cumplir su promesa, pero fue en vano. Volando de un extremo al otro de la charca podía ver a sus amigas sobre el fondo. Entonces comprendió que incluso si ellas a su vez hubieran podido verla, nunca habrían reconocido en esta criatura radiante a una de sus compañeras. El hecho de que después de esa trasformación que llamamos muerte no podamos ver a nuestros seres queridos ni comunicarnos con ellos, no significa que hayan dejado de existir".

Con información de Todo Noticias